Crónica Terceras Jornadas KRI
Trabajo Esclavo (de ayer):
El pasado
viernes 9 de diciembre del recién concluido 2016 proseguimos nuestra tarea de
concienciación social, dentro de lo que denominamos nuestras “Terceras Jornadas
Antirrepresivas”. En este caso, nuestro foco de atención lo concretamos más
allá de la impunidad de ayer y de hoy tratada en las anteriores ediciones de
nuestras Jornadas temáticas, para así tratar los conceptos del “trabajo
esclavo” (de ayer) y del “trabajo precario” (de hoy).

Con ello,
nuestra compañera Amanda presentó a Alfredo Sánchez, “Chotis”, que como
militante de la CGT y miembro a su vez de la Comisión de Memoria Libertaria de
dicha organización (así como, militante histórico de la LCR y miembro de La
Comuna), se encargó de darnos a conocer lo que supuso el trabajo esclavo.
Amanda reivindicó, en ese mismo sentido, la necesidad de la lucha para que se
vislumbre la verdad y, que se no viera la memoria como simple aprendizaje por
parte de las nuevas generaciones, sino yendo más allá por concebirse como algo
dignificante por “reabrir heridas” hacia el bando vencedor, y no hacia quien ya
lo ha sufrido.
Este marco
sirvió a Chotis para insistir en la existencia desde siempre de esclavos a lo
largo de la historia, enfatizando que no debe verse como algo “de ayer”, puesto
que señaló que está plenamente presente en el mal llamado “Tercer Mundo”. Pero
a la vez, remarcó la ideología impuesta a raíz de la llegada del nazismo, como
elemento propicio para favorecer la esclavitud en toda su extensión, a pesar de
que ya existiera.
De ese modo,
Alfredo señaló la facilidad de adaptación de dicho discurso en España, con el
fascismo que va más allá del Valle de los Caídos, al entrar el componente de la
iglesia no sólo con la persecución del movimiento izquierdista (en recuerdo de
la teoría de un jesuita, que se adoptó en el Decreto 2/81 del Gobierno
franquista de Burgos, donde se reguló el derecho del trabajo como derecho de
los presos rojos para que “no cayeran en peso muerto” dentro de los
cuestionados talleres penitenciarios de entonces). Así, citó a una de los
personajes intelectuales del régimen franquista, como lo fue Antonio Vallejo
Nájera, el cual decía que había que separar a la familia (en referencia a la
familia tradicional católica) del “gen rojo” y que como psiquiatra militar
relevante para la dictadura, llegó a crear escuela por encargarse de demostrar
la inferioridad mental de las personas de izquierdas, insistiendo en su
separación del resto de personas desde la infancia.
También,
Chotis trajo a colación lo expuesto recientemente en el programa de “Salvados”
sobre el origen de las grandes empresas y terratenientes españoles, que se
beneficiaron del trabajo esclavo, llegando a citar entre otros a los Condes de
Urquijo, los fundadores de ABENGOA, los fundadores de las constructoras OHL,
DRAGADOS, Huarte y Cía y, FCC; RENFE, Ybarra, las petroleras Campsa y Repsol,
Construcciones y contratas, los titulares de la explotación de las minas
asturianas o el ducado de Alba. Ese mentado trabajo esclavo duró desde 1940 a
1962 de manera oficial, ya que continuó hasta finales de los años 70, disfrazado
con distintos nombres en servicio tanto del Ministerio del Ejército como del
Ministerio de Justicia. De ahí, se crearon municipios como Torreblanca o el
famoso El Palmar de Troya en forma de colonias, a las que trasladaban a los
familiares de lxs presxs políticxs que decían alimentar a los grandes
empresarios y terratenientes del país.

En esa
línea, Alfredo nos manifestó el logro conseguido por su organización sindical
con la admisión de la querella que presentaron ante la Justicia argentina junto
a otros colectivos y organizaciones, haciendo hincapié en el resarcimiento de
perjuicios reclamado a las nombradas empresas españolas beneficiadas del
trabajo esclavo. Como dato, se destacó que, de cara a la construcción del canal
de esclavos, se emplearan más de 2.000 esclavos y que paralelamente, volviendo
a la cuestión de creación municipios, se creó un servicio de colonias
militarizadas por Franco en Burgos. De nuevo, se reiteró que la justificación
del régimen del “uso” de más de 200.000 españolxs era inherente a la
teorización de la Iglesia Católica, defensora de que “el trabajo les hará
libres”. De ello, se trajo el dato de haberse cuantificado en torno al
equivalente a unos 800.000.000 €, en lo que respecta a las obras realizadas
entre los años 40 y 50.
Asimismo, se
reconoció que en España no se había avanzado en cuanto a la denuncia de este
tipo de “prácticas” por mucho que lo hubiera denunciado la ONU en cuanto
memoria histórica, pese a que España sea el segundo país del mundo tras
Birmania en la nómina de desaparecidxs, gracias a ese pacto de silencio firmado
en la Constitución. Se valoró “lo curioso” de que en una proclamada democracia
occidental en vez de condenarse las atrocidades cometidas por el fascismo (como
ya lo hubieran reconocido los Gobiernos de Alemania, Argentina y de Francia),
se homenajearan en el callejero del Estado español.
En relación
a Ávila, el ponente dató la efectuación de pequeñas construcciones simbólicas,
dado el poco peso presente de la Guerra Civil en la ciudad y alrededores, como
así lo fueran las construcciones de cárceles, hospitales militares, pantanos,
minas, chalets e iglesias. Todo ello se presuponía por la general aceptación al
levantamiento militar del territorio, habiendo escasos frentes de resistencia.
Por otro
lado, se reseñó que a lxs trabajadorxs esclavxs recibieron una cierta
compensación económica, que resultó mísera por la quita de la alimentación y
del economato que padecían, resaltándose los años en que esas prácticas
continuaron y la necesidad de que no se olvide y, se dé a conocer con toda la
gran documentación existente al respecto. Ello se puso en relación con la
creciente problemática de los presxs políticxs dispersos por el Estado español
y, que en cierto modo, Alfredo nos quería remarcar que tuviéramos ante todo
presente la concurrencia de los componentes ideológicos, religiosos y
psiquiátricos, que existían detrás del trabajo esclavo.
Tras ello,
decidimos dar pie al coloquio para que así que pudieran intervenir quienes
asistieron a la charla. De dichas intervenciones, cabría destacar la relativa
al gran número de fosas comunes a nivel de Castilla y León, a consecuencias del
pasado franquista por nuestra tierra, así como la común presencia de los
resquicios del trabajo esclavo a lo largo y ancho de todas las provincias
castellanoleonesas, a pesar de la inexistencia por el contrario de testimonios
referidos a la cuestión, fruto quizá del desconocimiento de ese “perdón”
cómplice, que sufrimos en estos territorios. En esa misma línea, se requirió que
miráramos más allá del triunfo alcanzado con la “Querella argentina” para
desarrollar un trabajo de campo y recogida de datos de los atropellos cometidos
en los lugares más próximos, pudiéndonos servir del mayor liderazgo de la CGT,
para así reclamar las respectivas indemnizaciones por parte de las grandes
corporaciones beneficiadas.
Esa
insistencia se mostró con el ejemplo llevado a cabo en otras provincias, por
medio de un trabajo de investigación popular y de las masas con las pequeñas
confederaciones de la CGT, desempeñándose más allá de una simple comisión
memorialista dentro de la propia confederación sindical y del papel de las
pequeñas agrupaciones o colectivos memorialistas, penetrando en las
federaciones de la CGT. Esto es, se valoraba la lejanía de la Querella
Argentina hacia a estos aspectos más localistas, que afectan a la juventud y a
las personas de Castilla y León. Por eso, se concibió como un problema de
concienciación de la gente, resaltando el factor fundamental de la formación en
ese proceso.

También, se
comentó la criminalización de la izquierda tanto de ayer como de hoy,
enfocándose sobre todo en la juventud perseguida por simplemente realizar unos
murales, sin ser nada vandálico y, llegándoseles a imponer una serie de multas,
como parte de la represión actual, que sufre todo aquel que se manifiesta de la
forma que sea frente al discurso de “lo políticamente correcto”.
Seguidamente,
se le preguntó a Alfredo si desde la Comisión de Memoria Libertaria de la CGT
habían contactado con los directivos actuales de las grandes empresas
beneficiadas del trabajo esclavo, que siguen existiendo en la actualidad,
señalando Alfredo que lo único que habían conseguido era la admisión a trámite
de la querella argentina, puesto que en España se siguen defendiendo a las
empresas del IBEX 35, sin contar inclusive con casi apoyo parlamentario.
A su vez,
retomándose los efectos del trabajo esclavo en Ávila, se reseñaron las más de
600 personas presas en la cárcel franquista, sita en el edificio del actual
Archivo Histórico Provincial, que se amplió al ocupar el inmueble del
Seminario; pero, indudablemente, existieron más construcciones edificadas por
el trabajo esclavo abulense, como así lo fueron el Hospital del Teso, el empedrado
de San Roque o, la escalinata comprendida en el camino del Río Adaja hasta el
paseo del Rastro.
No obstante,
se aseguró que el trabajo esclavo en España fue sobre todo ideológico, en
seguimiento de la Alemania nazi, que tanto admiraban tanto el dictador como el
resto de mandatarios y generales de la dictadura; en este caso, el papel de las
mujeres españolas a penas se producía (al verlas como “las mujeres de los
rojos” sin más), limitándose sólo a coser balones para El Corte Inglés y
oficios menores. Por lo tanto, la conclusión extraída de esa primera sesión de
nuestras Terceras Jornadas fue el propósito marcado de reunir a todxs lxs
compañerxs afines, con el consecuente objetivo común de evaluar las
posibilidades de denuncia de la problemática tratada, como así lo podría ser
una campaña de señalización de los espacios de trabajo esclavo y; que en
principio, sólo podría ser un cometido dentro del colectivo esa necesaria
campaña de visualización y clarificación, para salir del estado de retroceso
persistente en reivindicación de personajes libertarios autóctonos, que nos
gustaría recoger en el callejero local.
Trabajo Precario (de Hoy):
La segunda
sesión de las Terceras Jornadas Antirrepresivas dio comienzo en la tarde del
sábado 10 de diciembre de 2016, en continuación con el testimonio recopilado
acerca del trabajo esclavo, contando de nuevo con el espacio facilitado por la
sección provincial de la CGT en nuestra ciudad. Para ello, contamos con las
palabras y la buena voluntad tanto de Mariano González (activista social y
asesor laboral burgalés) como de Javi (militante de CNT en Valladolid). Ambos
fueron presentados por Acacio, compañero madrileño y amigo cercano al
movimiento memorialista y compromiso antifascista y social y, nuestro compañero
Juanma, quienes respectivamente los introdujeron en vinculación al tema a
tratar en dicha tarde: la precariedad laboral con su correspondiente análisis y
la forma de combatirla.

Así, en
primer término, intervino Mariano, destacándose su gran pasado en el compromiso
con la lucha antifascista, de un modo cercano a Alfredo Sánchez, y que ante
todo, nunca ha dejado de ser un sindicalista de izquierdas, compartiendo
actualmente su profesión como asesor laboral con su activismo en un colectivo
integrado de afinidades libertarias y comunistas y sin olvidar en ningún caso,
su experiencia laboral desarrollada sobre todo en el sector del comercio.
Una vez
hecha su presentación y, haciendo gala de su gran humor, Mariano nos introdujo
en la temática a debatir en esa tarde, reconociendo la gran actualidad
existente en torno a la precariedad laboral, con todos los diferentes
caracteres que la rodean, como así lo demuestran los bajos salarios, los
recortes aprobados en las condiciones laborales por medio de las dos últimas
reformas laborales (tanto del PSOE como del PP) , el reflejo en el nivel de
desempleo registrado en una provincia como Ávila de en torno al 18’57% (del
cual quedan afectas unas 7512 mujeres) o, desde luego, el índice tanto de
largas jornadas de trabajo (que no suelen ser remuneradas como debieran) como
en su caso, la proliferación de puestos de trabajo con cortas jornadas
laborales (frecuencia de contratos temporales o de personas contratadas por
horas, en beneficio de los intereses del empresariado). Señaló que esos
caracteres, muy a nuestro pesar, se han integrado con normalidad en nuestros
días.
Paralelamente,
siguió la exposición hablando de la situación laboral y social en el remoto
1902, en la cual preocupaba, por ejemplo, la jornada máxima laboral estipulada
para las mujeres de 11 horas diarias y 66 horas semanales y que a posteriori,
el movimiento obrero lograría alcanzar el hito importante común de las
reivindicadas, 8 horas diarias. Si bien, la precariedad como tal (o como parece
conocerse hoy en día), la relacionó con esa sociedad en la que se vertebró como
algo común el trabajo esclavo. Es decir, la vinculó con la dictadura
franquista.
Concretamente,
Mariano se remontó al año 1963, durante el cual lxs jóvenes percibían un
salario equivalente a unos 7’52 € por cada hora trabajada; ello le sirvió para
establecer el contexto de un país, que ha contado con cincuenta y dos reformas
laborales con el resultado infructuoso generado, ya fuera en forma de
reducciones en las cuantías salariales percibidas (míseros sueldos y
complementos salariales) y en las prestaciones por desempleo, como en la
preocupante “flexibilización” de la jornada laboral (al complicar aún más los
cauces de la legítima negociación colectiva, en favor de lxs trabajadorxs).

Indudablemente,
no se mostró ajeno al bochornoso (tal y como lo calificó) Plan de Empleo
Juvenil, contra el que se movilizó la huelga general del 14-D, que desde luego,
acabó siendo respondida con una dura represión por parte del Estado al
reprimir, criminalizar y procesar especialmente a la juventud combativa. De
ahí, afirmó, con ello, el enfriamiento de la movilización social: el
reforzamiento de “la política del miedo” contra toda acción de reclamación de
derechos, el desencadenante desconocimiento de los derechos laborales y, en
ocasiones, la cierta pasividad por despreocuparnos “de lo que tenemos y podemos
hacer”.
Otro dato
digno de reseñar de dicha exposición fue lo aportado en relación con el año
2008, año en el que la precariedad aparecía calificada con la condición de ser
mileurista; mientras que con la regulación establecida con las últimas reformas
acometidas, se ha abaratado el despido y facilitado los cauces para su
ejecución (en cercanía de la permisión legal de un despido libre o incluso
express) y, que en congruencia con esa flexibilización laboral procedente del
Derecho europeo, se está yendo en contra de lógica del Derecho laboral
primigenio al dificultar el proceso de negociación colectiva (por la
ultractividad de los convenios colectivos). Sin duda, anexa a esa legislación,
cabría datar los efectos desfavorables derivados de esas políticas, que precisó
Mariano en los términos siguientes: los recortes en las prestaciones de
jubilación y subsidios a parados en cuanto su acceso (en especial, el
“tijeretazo” padecido por las personas de 55 años) , otro tipo de medidas conocidas
por todxs, que han ahondado en la precarización laboral en esa línea tan
próxima a la pobreza laboral (“tener empleo, pero no llegar a subsistir”) y, el
adicional y cada vez más dificultoso acceso a un puesto de trabajo. Todo ello
lo resumió en el acuciante acaparamiento de poder por parte de la patronal,
requiriendo los servicios de quienes mayor experiencia tienen a la hora de
contratar a un mayor número de personas a la semana o por días, como contratos
temporales y, utilizando, por ende, a las ETTs (lo cual, a su modo de ver,
genera mayores problemas).
Así,
prosiguió señalando que el foco de interés de hoy se traduce en elevado índice
de personas situadas en el umbral de problema, en exclusión social, más allá de
la noticia de la anciana fallecida a inicios de este invierno en Cataluña por
la deriva de la pobreza energética. En esa línea, puso el dedo en la llaga en
aquellos a los que llamó “voceros del capitalismo”. Esto es, mencionó las
burlas de los medios de comunicación a esta situación social que padece la
mayoría, mediante la cansina frase de que “hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades”. De ello, ironizó mostrando el ejemplo de lo que cobra el
personal hostelero (más concretamente, las camareras de piso) en el Levante,
siendo en torno a 2 € y medio por habitación y 50 céntimos si se trataba de una
habitación con cama supletoria y; que en general, llaman de nuevo al resquicio
de la religión, de recurrir a la caridad para sobrevivir a duras penas y, a
pensar en el consumo como vía de salida de la “crisis” con un más que
cuestionable salario mínimo, establecido en 1988 y que poco ha aumentado con
los años.
Frente a
ello, Mariano terminó su exposición insistiéndonos en la necesidad de buscar
alternativas y contrapuntos a la situación, sirviéndose de apoyo de un informe
del año 1999 que reivindicaba esa necesidad de combate contra la precariedad y
de lucha en general por la garantía de una vida digna, sin dejar a una lado la
realidad indignante que nos toca (curioso el dato del período de prueba de 12
meses en el contrato indefinido de emprendimiento, propio de empresas de menos
de 50 trabajadores).

Después,
Juanma presentó a Javi, dando a conocer su militancia en CNT en Valladolid y su
trabajo en la factoría de Renault de Valladolid, junto a la implicación y el
compromiso de CNT como organización de lucha por los derechos de lxs
trabajadorxs, yendo más allá de la tradicional representación sindical en las
secciones sindicales en las instituciones y de los comités de empresa en la
empresa privada, que tanto se cuestiona en esa suerte de concebir el
sindicalismo de las centrales sindicales como “ley de bronce”, como claro
reflejo de la desafiliación sindical. Así, este trabajador del sector del metal
nos mostró su experiencia en la huelga convocada en el 20-J del año 2012,
expresando su reivindicación desde el puesto de trabajo, ya que desde su
perspectiva, es el lugar propicio para participar en las diferentes luchas y
obtener las mejoras deseadas en las condiciones laborales.
A su vez,
Javi se mostró crítico con los inexistentes cambios, que bajo su punto de
vista, en nuestro entorno laboral y social, aunque reclamó la necesidad de que
todo trabajador haga lo posible por conocer sus derechos, sin ignorar en ningún
caso la forma de organizar en reivindicación de la famosa proclama: “La unión
siempre hace la fuerza”, en esa clave de entender el proceso básico y legítimo
de la negociación colectiva. A la vez, reconoció que muchas veces se ponen
excusas reacias a la unión, al no conseguirse la movilización de toda una
plantilla y; que frente a ello, no cabía la resignación, puesto que recomendaba
la vía de la lucha individual, como alternativa a la dificultosa lucha
colectiva.
Además, citó
la doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo del año 2010, concerniente a
la fundamentación del despido colectivo y del despido libre, antes de haberse
aprobado la reforma laboral tan controvertida. Conforme a ello, valoró que
actualmente existen ciertos mantras, que no siempre son derechos y, que ante
todo, siempre cabe extraer algo positivo del enfrentamiento contra el
empresario por la constante posibilidad de “victoria” o éxito, mientras se
acuda con buenos modales, la redacción por escrito de la correspondiente
reclamación o denuncia o con una grabación de voz de la misma.

Del mismo
modo, nos trasladó el dato de que el 80% de los contratos (la mayoría de los
mismos son temporales) están en fraude de ley y, que pese a que siempre haya un
miedo fundado a las represalias, reiteró que si no se lucha se está aún más
perdido. Esa lucha la relacionó con su organización sindical y, la complejidad
de cara a la participación en los conflictos colectivos, debido a la
flexibilidad horaria (en particular, en la hostelería) y; por esa razón,
optaron por participar en secciones sindicales y no en comités de empresa, para
reclamar en sede de dicha representación derechos y mejoras laborales. Javi
admitió que siempre habría represalias, pero valoraba peor la claudicación, el
temor o la sumisión en el sentido de “conformarse con lo que se tiene” por la
precariedad.
Sin embargo,
expresó el lado positivo de la lucha colectiva, como así lo son las grandes
victorias a nivel global. Todo ello lo contó desde su experiencia en una
organización sindical tan pequeña, como lo es la CNT frente a los dos
principales sindicatos, que no recibe subvenciones y la acción se acomete desde
la base y, sin ir más allá del marco legal establecido y pedir como mínimo, que
se cumpla esa legalidad vigente. Por eso, Javi concluyó la exposición
ensalzando las bondades de la solidaridad mutua de los trabajadores en la
mejora de las condiciones laborales y sociales.
A
continuación, las compañeras Lauri y María dieron testimonio sobre su
experiencia. María contó su experiencia con las ETTs, habiendo trabajado seis
meses en FASA Valladolid para una subcontrata y para la ETT. Esto la hacía
sentirse como “una trabajadora de prestado” y contar con una escasa o más bien,
nula aceptación por parte de los sindicatos. Más recientemente, María trabajó
durante un año en el matadero, viéndose obligada a limitar la prestación de sus
servicios por ser contratada por la ETT (y no por la empresa gestora del
matadero) y teniendo derecho a sólo seis meses de paro. Esos contratos
gestionados semanalmente supusieron una situación de conflicto entre los
empleados del matadero y de la zona de despiece (al no poder trabajar de un
sitio a otro), causada por su incursión en un ERE de 6 horas. El motivo del
conflicto era la procedencia de las carnes de Navarra, para lo cual no se requiere
emplear trabajadores en el matadero. Además, el colmo resultó ser el
empeoramiento de la situación al subcontratarse en la zona de despiece,
impidiéndose el disfrute del derecho de vacaciones a los trabajadores
contratados por estar en la ETT, gran señal de que los sindicatos parecen ser
ajenos a los trabajadores empleados por la ETT y, a sus condiciones de trabajo.

Por último,
Lauri nos dio a conocer su experiencia en una empresa dedicada al plantón de
fresas en Niharra, destacando que en los últimos años se han subido las
jornadas diarias en torno a las 14 o 15 horas diarias y, que los sindicatos
sólo tomaban acto de presencia para comprobar que disponían de guantes
(realmente, sólo van allí para que les firmen la hoja de control). La
problemática ha llegado a tales niveles que el exceso de las jornadas laborales
ha afectado sobre todo a los trabajadores inmigrantes, de los que se aprovechan
por desconocer el idioma y que los ha situado en una situación desamparo brutal
como la del accidente mortal, ocurrido el pasado verano. Ella, por el
contrario, se declaró contraria a este endurecimiento en las condiciones de
trabajo y en consecuencia, se ha visto sometido a medidas de vigilancia y a un
mayor control en el sueldo. Juanma sentenció la creciente expansión de las
subcontratas a otros sectores, unida a la insistencia en la figura de los
falsos autónomos.
Finalmente,
concluimos nuestras Terceras Jornadas ofreciendo tanto a los asistentes a las
charlas, a los ponentes como al público general a una cena vegana en el bar La
Parada Musikal, como forma de agradecimiento de su compromiso y colaboración y
como cierre de un movimiento, que ansiamos fortalecer este 2017.