Desde el final de la I Guerra Mundial, y hasta la II Guerra Mundial, se desarrolla en Europa, como consecuencia de la Revolución
Rusa y el auge del movimiento obrero que ésta genera, el ascenso de los
fascismos. Este ascenso será facilitado por la alianza de los partidos
socialdemócratas europeos y las burguesías estatales, desmovilizando a
un movimiento obrero revolucionario que no supondrá, por tanto, un
problema para los sectores más autoritarios de la burguesía que veían
peligrar sus intereses y que utilizarán al fascismo como brazo armado
para preservar su posición dominante.
Hoy en día, asistimos a una reestructuración del sistema capitalista
que está provocando un grado mayor de movilización de la clase
trabajadora. En paralelo, observamos un auge proporcional de los
fascismos a modo de réplica. En este sentido, comprobamos desde hace
unos pocos años la aparición de propaganda fascista en primer término,
así como de acciones organizadas por grupúsculos fascistas como
Respuesta Estudiantil o Liga Joven (rama juvenil del partido neonazi
Movimiento Social Republicano), llegando incluso a agresiones verbales y
físicas a quienes más cuestionamos la autoridad del sistema capitalista
dentro del Campus de Ciudad Universitaria; es por ello que no podemos
dejar abandonado dicho campus, espacio en el que desarrollamos buena
parte de nuestra lucha.
Frente a este tipo de agresiones, no debemos caer en confiar nuestra
seguridad a la legalidad del sistema burgués que no dudará en usar esas
mismas leyes para reprimirnos, el mismo sistema burgués que garantiza
nuestra sumisión y explotación diarias, por lo que la aceptación de sus
medias supone un acto de legitimación de dicho poder. No podemos aceptar
al Estado como mediador en nuestras vidas ni, en consecuencia, a sus
cuerpos y fuerzas de seguridad, encargados de salvaguardar el poder de
las élites dominantes. Tampoco aceptamos las diversas formas en las que
se manifiesta el autoritarismo, por muy horizontales que pretendan ser,
por lo que no aceptamos como interlocuciones válidas las
representaciones estudiantiles ni profesionales (delegaciones de
estudiantes, juntas de personal o facultad, comités de empresa,
claustros, decanatos o rectorados). Teniendo esto en cuenta, debemos
optar por nuestra autoorganización como clase, impulsando nuestras
luchas de manera autónoma, ajenas y en oposición a toda autoridad,
manteniendo, incluso aumentando, el nivel de propaganda, de
conflictividad y no dejándonos comer el terreno por estos grupúsculos
fascistas.
Por último, no podemos dejar de denunciar la persecución que el
Estado desató el pasado 28 de noviembre del año pasado, utilizando como
excusa la manifestación del 20-N de Ciudad Universitaria, pero que llevó
a la detención de 19 compañeras, inmersas en múltiples y variadas
luchas, algunas de las cuales ni siquiera participaron en la
manifestación (y cuyo caso sigue hoy día abierto y a la espera de
juicio), lo que evidencia el carácter político de la actuación policial.
Por todo ello, exigimos la absolución de todas las detenidas.
Así pues, convocamos
MANIFESTACIÓN POR EL CAMPUS DE CIUDAD UNIVERSITARIA JUEVES 20 DE NOVIEMBRE, A LAS 12.30H, EN <M> C. UNIVERSITARIA
¡NI FASCISMO NI DEMOCRACIA! ¡COMUNISMO LIBERTARIO!
¡ABSOLUCIÓN DETENIDAS 28-N!
¡ABSOLUCIÓN DETENIDAS 28-N!
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